lunes, 5 de mayo de 2008

Otra decepción

Ya no hay explicación para la campaña como local de Municipal Iquique, ni los jugadores lo pueden explicar, ya no hay excusas, son siete partidos sin ganar.Luego de hacer un primer tiempo para el olvido, y mejorar un tanto en la segunda parte con los cambios, Iquique abrochaba su primer triunfo del año con un golazo de Miguel Ayala, sin embargo a seis del final, un centro sin mayor intención de César Burgos, se lo coló en un ángulo al golero Naranjo, y otra vez los dragones no sumaron de a tres.

Nublados igual que el día estuvieron los dragones celestes en el primer tiempo, salvo una jugada de Córdova que habilitó sólo a Vrsalovic, que no pudo darle del todo bien y desaprovechó el mano a mano contra el golero Torralbo, se veía un equipo cortado, con mucho espacio entre los volantes y los delanteros, y el enlace Córdova poco podía hacer.

Un iquiqueño casi hunde más al equipo en los 22 minutos, cuando en un remate a quemarropa Víctor Belaúnde hizo que Naranjo se luciera y manoteara el balón. De ahí poco y nada de ambas escuadras, bregaron en el mediocampo, cayendo en variadas infracciones, el juez Rumiano no vio un codazo evidente del paraguayo Ramírez sobre Navea, que quedó bastante a maltraer.

El ingreso de Fernando Fica apenas comenzado el segundo tiempo por un apagado Marcelo Corrales, le dio más fútbol a la escuadra celeste. La primera la tuvo en los pies de Dixon Ahumada con una volea que el arquero mandó al corner. La visita que poco y nada mostró, tuvo su segunda aproximación con un débil cabezazo de Ramírez.

El ingreso de Carlos Rivas le entregó más movilidad y fútbol, el damnificado un Yerko Darlic que hizo un partido para el olvido y donde fue hostigado por la gente sobretodo por una jugada puntual, en un balón dividido que en vez de ir a trancar le sacó le hizo el quite a la fricción y al balón.

En los 77 minutos se asomaba el sol para Iquique, un tiro libre a la entrada del área y el llamado a patear era Rivas, sin embargo Miguel Ayala corrió y le dio al balón extraordinariamente, dejando sin opción a Torralbo y entregándole el que parecía era el triunfo definitivo para Iquique.

Poco hacía Lota Schwager por la igualdad, los dragones manejaban las acciones, sin embargo llegó el minuto fatal, 83 corrían y un balonazo al vacío por el sector derecho de la defensa de Iquique fue controlado por César Burgos que centro a la carrera, sin mucha intención ya que no había nadie en el área, el balón se iba desviado, pero de repente hizo un efecto extraño y bajó para colarse en el arco de un Naranjo desconcertado.

Luego los dragones sintieron el gol, buscaron el tanto del triunfo con más fuerza que fútbol, pero no complicaron a la defensa “lotina”, así nuevamente las 3.500 personas que asistieron al estadio se fueron decepcionadas, como en los siete partidos que Iquique ha disputado por el torneo.

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